Es imposible escaparse, no hay salida. Es un laberinto que no te da chances, te llega, te alcanza, te envuelve y no te deja salir. No juegues con ella, porque te puede enamorar, te puede enroscar, dejarte sin habla en solo un segundo. No la provoques, no la tientes, no insistas, porque si quiere puede sacar sangre de los más recónditos lugares. Tiene una habilidad innata para escarvar, hurgar, atravezar pantanos y montañas de arena que vos jamás podrías ni atreverte a pisar. Puede encontrar los tesoros mas preciados, de esos que creiste no volver a ver nunca mas.
Puede sacarte una sonrisa en una milésima de segundo, puede hacerte llorar a la par. Puede voltearte, mimarte y hasta pegarte. Puede hacerte gritar. Tan hermosa y cautivadora es, que con sólo pensarla se entrega sin más.
Podes oírla en los sueños, podes hacerla brillar, podes verla en la gente, podes hacer tu mundo vibrar. Y no necesita boca ni ojos, para darse cuenta de lo que es capaz de lograr. Porque está en todos nosotros y nosotros sin ella no somos. Y yo sin ella no vivo y yo por ella respiro...
Y me saca la euforia, me da adrenalina, recorre mis venas como si fuera ella mi dueña. Pero aunque vive noches en vela descansa en paz. Porque duerme cuando vivimos, y muere cuando morimos. Porque es nuestra y nosotros la podemos crear. Porque culmina pero vive en nuestra memoria, porque nunca la vamos a olvidar, porque cualquier recuerdo la trae a mi cerebro y hasta esa foto vieja me hace escuchar.
Responsable de mis ganas de existir.
